Ese gran vacío que siento en mi pecho al no tenerte cerca, sin rozar tus manos, ni tus labios. Sin poder mirarte a los ojos y quedarme pensando en lo hermoso que eres y en lo feliz que me haces cuando te acercas a mi y me abrazas. Millones de besos sin conseguir, millones de caricias perdidas, abrazos que se quedaron en el aire y cogidas de manos imaginadas. Enamorarme por completo de ti y no llevarme nada a cambio. Amor perdido. Promesas incumplidas. Sin sentir tu piel caliente. No poder besar tus labios dulces y rozar tu lengua. Abrazarte entre mis sábanas y robarte un beso cuando menos lo esperes y tu sin querer sonrías. Querernos y que no importe el mundo, que solo estemos tu y yo. Que se me escape un ''te quiero'' y a ti un ''te amo''. Ser felices.
En lo mas profundo del prado, allí, bajo el sauce, hay un lecho de hierba, una almohada verde suave; recuéstate en ella, cierra los ojos sin miedo y, cuando los abras, el sol estará en el cielo. Este sol te protege y te da calor, las margaritas te cuidan y te dan amor, tus sueños son dulces y se harán realidad y mi amor por tu perdurara.
Es precipitado decir lo que sientes, a veces es mejor callarse, pero los impulsos te llevan a hacer unos actos poco adecuados. Quizá lo que dije algún tiempo de mi atracción hacia a ti fui muy precipitado, pero antes de empezar a echar humo de la cabeza de pensar tanto en ti y en imaginarme una vida a tu lado, lo dije. Tu contestaste con un: ''No estoy preparado para una relación''; si de verdad es eso lo que piensas, ¿por qué la semana pasada hiciste dos meses con tu actual novia? Aquello la verdad no me sentó nada bien. Ojala aquella chica con la que te veo por la calle de la mano fuese yo, pero ahora no es momento de lamentarse, ya llore mucho en su momento y no quiero volver a recordarlo, prefiero teclearlo y dejarlo escrito y cuando estés a mi lado abrazados en la cama y comiéndonos un rico helado de nata, espero que recuerdes el daño que me hiciste y me pidas perdón por ello, luego me des un largo y suave beso en los labios y intercambiemos miradas de deseo. Eso no va a pasar. Gracias por hacerme feliz cuando aun eramos amigos, no creo que te pueda perdonar pero no soy rencorosa, te quiero aun.
